
Fourteen-year-old Elvis Oyagata lives in rural Cutambi, Ecuador, and soccer is his favorite sport. However, for several years, Elvis was not able to walk, let alone play soccer, without pain.
When Elvis was 11, a mass that had been slowly growing in his left leg began causing him so much pain that it prevented him from playing soccer and running normally. Seeing their son’s condition, his parents became very concerned and knew Elvis needed to see a doctor. However, the family did not have enough money to cover the costs involved in seeking medical care.
That is why in December of 2019, Elvis’ mother approached The Tandana Foundation to see if she could get her son help through the organization’s Community Health and Well-being program. Tandana took on Elvis’ case and Virgina Sanchez, the Community Health and Well-being Coordinator, assisted his mother in scheduling an appointment at the Gualsaqui Health Center. After an examination, the doctor in Gualsaqui said that Elvis would need to consult with a surgeon and he made a referral to a surgeon at a hospital in Otavalo.
In February of 2020, Elvis saw the surgeon who told him and his family that an MRI on Elvis’ leg was required to determine what the mass was and what further treatment was necessary. The MRI would have to be done in a private clinic, so Sanchez helped Elvis’ mother work through a social worker in the public health system to arrange for a private clinic that to perform the MRI and bill it to the public system at no cost to the family. But then the pandemic hit, and hospitals and health centers in Ecuador – and across the world – stopped performing most medical procedures to focus on treating COVID-19 patients.
For Elvis, that meant nearly a year of waiting to get an MRI.
During that time, the mass in Elvis’ leg continued to grow and his pain became even more severe. Finally, in January of 2021, the MRI was able to take place at a private clinic in Quito. The results were given to the surgeon in Otavalo, who explained that the veins in Elvis’ leg had woven together like a spider’s web, forming the mass. He also said that Elvis would have to be seen by a pediatric surgeon at the Baca Ortiz Hospital in Otavalo.
Since children from across Ecuador are referred to Baca Ortiz to receive specialized medical care, there is often great difficulty in obtaining an appointment and patients can wait long periods of time to get into the hospital. Sanchez again helped Elvis’ mother to speed up the wait time, and they were able to get him an appointment in December. At the appointment, the pediatric surgeon evaluated Elvis, ran tests, and determined that surgery was required on Elvis’ leg.
The surgery was scheduled soon after on January 4, 2022. By then, Elvis could not walk very easily due to the intense pain in his leg. Elvis’ father went with another family member and Sanchez to take Elvis to his surgery. The surgery went well, but the doctor said other surgeries would be necessary to remove the veins and keep them from growing and forming into another ball.
On July 5, Elvis had his fourth surgery and progress is being made on treating his veins. In fact, Elvis, who also celebrated his 14th birthday in July, is feeling so well that he can run and play soccer again. His concerned parents’ are also thankful that their son is doing better and they do not worry about him so much.
“They are happy and very grateful to The Tandana Foundation, because they say that without our support, they cannot imagine how much longer Elvis would have suffered with limitations to his daily activities,” said Sanchez. “His mother occasionally communicates with us, always expressing her immense gratitude. She said they learned to navigate the challenges of the public health system, and that they can now handle scheduling all of Elvis’ appointments and surgeries on their own.”
By Bridget Vis
Español
Ayudando a Elvis a jugar fútbol otra vez

Elvis Oyagata, de 14 años, vive en la zona rural de Cutambi, Ecuador, y el fútbol es su deporte favorito. Sin embargo, durante varios años, Elvis no podía caminar, y mucho menos jugar al fútbol, sin dolor.
Cuando Elvis tenía 11 años, una masa que había ido creciendo lentamente en su pierna izquierda comenzó a causarle tanto dolor que le impedía jugar al fútbol y correr con normalidad. Al ver la condición de su hijo, sus padres se preocuparon mucho y supieron que Elvis necesitaba ver a un médico. Sin embargo, la familia no tenía suficiente dinero para cubrir los gastos necesarios para conseguir atención médica.
Es por eso que en diciembre de 2019, la madre de Elvis se acercó a la Fundación Tandana para ver si podía ayudar a su hijo a través del programa de Salud y Bienestar Comunitario de la organización. Tandana asumió el caso de Elvis y Virginia Sánchez, la Coordinadora de Salud y Bienestar Comunitario, ayudó a su madre a programar una cita en el Centro de Salud de Gualsaqui. Después de un examen, el médico en Gualsaqui dijo que Elvis necesitaría consultar con un cirujano y lo refirió a un cirujano en el hospital en Otavalo.
En febrero de 2020, Elvis vio al cirujano que le dijo a él y a su familia que se requería una resonancia magnética en la pierna de Elvis para determinar cuál era la masa y qué tratamiento adicional era necesario. La resonancia magnética tendría que realizarse en una clínica privada, por lo que Sánchez ayudó a la madre de Elvis a buscar a travez una trabajadora social en el sistema de salud pública para organizar que la clínica pudiera realizar la resonancia magnética sin costo alguno para la familia sino pagado por el sistema publica. Pero luego llegó la pandemia y los hospitales y centros de salud en Ecuador, y en todo el mundo, dejaron de realizar la mayoría de los procedimientos médicos para concentrarse en tratar a los pacientes con COVID-19.
Para Elvis, eso significó casi un año de espera para hacerse una resonancia magnética.
Durante ese tiempo, la masa en la pierna de Elvis siguió creciendo y su dolor se volvió aún más severo. Finalmente, en enero de 2021 se pudo realizar la resonancia magnética en una clínica privada de Quito. Los resultados fueron entregados al cirujano en Otavalo, quien explicó que las venas de la pierna de Elvis se habían entretejido como una telaraña, formando la masa. También dijo que Elvis tendría que ser visto por un cirujano pediátrico en el Hospital Baca Ortiz de Quito.
Dado que los niños de todo el Ecuador son referidos a Baca Ortiz para recibir atención médica especializada, a menudo hay muchas dificultades para obtener una cita y los pacientes pueden esperar largos períodos de tiempo para ingresar al hospital. Sánchez nuevamente ayudó a la madre de Elvis a acelerar el tiempo de espera y pudieron conseguirle una cita en diciembre. En la cita, el cirujano pediátrico evaluó a Elvis, realizó pruebas y determinó que se requería cirugía en la pierna de Elvis.
La cirugía estaba programada poco después, el 4 de enero de 2022. Para entonces, Elvis no podía caminar con mucha facilidad debido al intenso dolor en la pierna. El padre de Elvis fue con otro miembro de la familia y Sánchez para llevar a Elvis a su cirugía. La cirugía salió bien, pero el médico dijo que serían necesarias otras cirugías para extirpar las venas y evitar que crezcan y se conviertan en otra bola.
El 5 de julio, Elvis se sometió a su cuarta cirugía y se está avanzando en el tratamiento de sus venas. De hecho, Elvis, que también cumplió 14 años en julio, se siente tan bien que puede volver a correr y jugar al fútbol. Sus padres preocupados también están agradecidos de que su hijo esté mejor y no se preocupen tanto por él.
“Están felices y muy agradecidos con la Fundación Tandana, porque dicen que sin nuestro apoyo no se imaginan cuánto tiempo más Elvis hubiera sufrido con limitaciones en sus actividades diarias”, dijo Sánchez. “Su madre se comunica ocasionalmente con nosotros, expresando siempre su inmensa gratitud. Ella dijo que aprendieron a navegar los desafíos del sistema de salud pública y que ahora pueden manejar la programación de todas las citas y cirugías de Elvis por su cuenta”.
Por Bridget Vis
Français
Aider Elvis à rejouer au football

Elvis Oyagata, âgé de 14 ans, vit dans le milieu rural Cutambi, en Équateur, et le football est son sport favori. Cependant, depuis plusieurs années, Elvis n’a pas pu marcher, encore moins jouer au football sans avoir des douleurs.
Quand Elvis avait 11 ans, une masse qui s’était lentement développée dans sa jambe gauche a commencé à lui infligé des douleurs, au point de lui empêcher de jouer et de courir normalement. Voyant l’état de leur fils, ses parents étaient devenus vraiment préoccupés et ont su qu’Elvis devait voir un médecin. Néanmoins, la famille n’avait pas assez d’argent pour couvrir les frais de consultation medical.
C’est la raison pour laquelle en décembre 2019, la mère d’Elvis a contacté La Fondation Tandana Foundation en vue d’obtenir de l’aide pour son fils à travers le programme de santé et de bien-être communautaire (Community Health and Well-being program). Tandana a pris en charge le cas d’Elvis et Virginia Sanchez, la coordonnatrice du programme de santé et de bien-être communautaire a apporté son aide à la mère afin de programmer un rendez-vous avec le Centre de Santé a Gualsaqui. Après un examen médical, le médecin à Gualsaqui a dit qu’Elvis aurait besoin de se faire consulter par un chirurgien et lui en a référé un dans un hôpital à Otavalo.
En février 2020, Elvis est allé voir le chirurgien qui lui affirmé qu’une IRM était nécessaire pour déterminer la masse et s’il aurait besoin de traitements supplémentaires. On devrait réaliser l’IRM dans une clinique privée, alors, Sanchez a aidé la mère d’Elvis à organiser, a travers une travaillante sociale dans le système de santé public pourque la clinique realise l’IRM sans que la famille n’ait à payer aucun frais, sinon que la systeme publique le prendrait en charge. Mais la pandémie a frappé et les hôpitaux et les centres de santé en Équateur et même du monde entier ont cessé de pratiquer la plupart des procédures médicales pour se concentrer sur le traitement des patients atteints du COVID-19.
Pour Elvis, cela signifiait presqu’une année d’attente pour passer une IRM.
Pendant ce temps, la masse dans la jambe d’Elvis a continué à se développer et la douleur est devenue de plus en plus sévère. Et, finalement, en janvier 2021, l’IRM a eu lieu dans une clinique privée à Quito. Les résultats ont été envoyés au chirurgien à Otavalo qui a expliqué que les veines de la jambe d’Elvis s’étaient tissés ensemble comme une toile d’araignée, d’où la masse. Il a également affirmé qu’Elvis devrait être consulté par un chirurgien pédiatrique à l’hôpital Baca Ortiz à Quito.
Puisque les enfants de tout l’Équateur sont envoyés à Baca Ortiz pour recevoir des soins médicaux, il est souvent difficile d’obtenir un rendez-vous et les patients peuvent attendre longtemps avant d’être admis à l’hôpital. Sanchez a de nouveau aidé la mère d’Elvis à accélérer le temps d’attente et ils ont pu lui obtenir un rendez-vous en décembre. Lors du rendez-vous, le chirurgien pédiatrique a évalué la condition physique d’Elvis, a effectué des tests et a déterminé qu’une intervention chirurgicale était nécessaire pour la jambe d’Elvis.
L’intervention chirurgicale était programmée peu de temps après, pour le 4 janvier 2022. À ce moment-là, Elvis ne pouvait pas marcher facilement en raison de la douleur intense dans sa jambe. Le père d’Elvis est allé avec un autre membre de la famille ainsi que Sanchez pour emmener Elvis à son opération. L’intervention s’est bien déroulée. Cependant, le médecin a déclaré que d’autres interventions pourraient être nécessaire pour enlever les veines et les empêcher de se développer et de former une masse.
Le 5 juillet, Elvis a subi sa quatrième intervention chirurgicale et des progrès ont été réalisé dans le traitement de ses veines. En effet, Elvis qui fêtait également son quatorzième anniversaire en juillet, se sentait si bien qu’il pouvait à nouveau courir et jouer au football. Ses parents préoccupés sont également reconnaissants que leur fils aille mieux et qu’ils ne s’inquiètent plus autant pour lui.
« Ils sont contents et très reconnaissants envers La Fondation Tandana, parce qu’ils disent que sans notre soutien, ils ne peuvent pas imaginer encore combien de temps Elvis aurait à souffrir avec des limitations dans ses activités quotidiennes » a affirmé Sanchez. Sa mère nous contacte souvent tout en exprimant son immense gratitude. Elle dit qu’ils ont appris à relever les défis du système de santé publique, et maintenant, ils peuvent se charger eux-mêmes de la programmation de tous les rendez-vous et des interventions chirurgicales d’Elvis. »
Par Bridget Vis